El FC Barcelona ha tenido que gastarse 1.800.000 euros para solventar patologías, algunas gravísimas, en su estructura del estadio que amenazaban la presencia de aficionados en el mismo. El hormigón del Camp Nou, que tiene más de cincuenta años, se deteriora y, de hecho, hay informes de 2019 que ya recomendaban que se solventasen estas deficiencias y patologías.
El club ya ha resuelto los problemas más graves, que eran 119, y estaban situados en la segunda y tercer graderío. Sin estas actuaciones, no se habrían podido abrir al público. Además, el Barça todavía continuará arreglando los desperfectos en las próximas semanas y los próximos meses, puesto que, en toda, ha detectado 900 anomalías. La próxima fase costará medio millón de euros más.
Jaume Llopis, ex miembro de la comisión del Espai Barça dimitió tras la no renovación de Messi, denunció en el programa Què T'hi Jugues de la Ser que "el estado del Camp Nou era tan crítico que si llegan el curso pasado a permitir la entrada de público no hubiéramos podido permitir la entrada de todo el aforo por peligro a accidentes". Llopis aseguró que el año pasado "se caía el hormigón a trozos y era peligroso".